[Basado en unos alternativos de Izaya y Shizuo: Hachimenroppi y Tsukishima] Hachimenroppi odia a todos los humanos, los odia a todos, sin excepción; claro está que él también es humano y que ese odio no lo excluye, se odia a si mismo al igual que al resto de los humanos. Pero hay una persona a quien, por más que quiera o lo intente, no puede odiar. Hay una excepción para su odio hacia todos los humanos.