Cuando los entes que gobernaban el mundo se adaptaron entre sí, formando lo que vemos ahora, muchos secretos fueron escondidos al ojo del humano corriente. Después de todo, ¿por qué querrían tales simbolismos de poder, mostrarle todas éstas maravillas a idiotas como nosotros? ¿O como yo? -Pensó Cian luego de cerrar el libro. La luna ya estaba en lo más alto. Rió.