Capítulo uno: Las deudas.
Noches frías, maňanas nubladas, gente fria, mentes nubladas, relativamente. Un mundo Frío...
Mi nombre es Swartz White, desconocido total, sin amigos, familia o un hogar real.
Soy nuevo en esta vieja mansión y aún así los vecinos son una mierda, si una mierda total. Mi hermano vino visitarme unos días, pero lamentablemente ahora está en prisión por incendiar la casa de enfrente. Debo sacarlo de allí así que debo trabajar.
Inicié un local, "TRABAJOS DE TODO TIPO" Algo estúpido. Lo se, pero aún así la gente es extraña y me busca para cosas inesperadas.
Allí estaba yo, como de costumbre recostado en el sillón, cuando de pronto un sujeto entró a la habitación, parecía preocupado, me dijo que era director de un colegio en las montaňas cerca de la ciudad.
-¿USTED ES SWARTZ WHITE?
Preguntó con una voz de cansancio pero a la vez un tanto imponente.
-"DEPENDE"
Fue mi respuesta, pero aún así el insistió en que era yo.
Adelin debe enfrentarse a un juego enfermizo mientras convive con un asesino serial y un chico que lo da todo por ella.
•••
Todos culpan a Adelin Rivas de la misteriosa muerte de su madre.
Nadie quería cruzarse con la "chica tragedia", porque se decía que por donde ella pasaba, solo dejaba desgracia.
Le acusaban por cada hecho extraño sucedido en aquel lugar. ¿Era culpable? Nadie tenía la certeza, pero algo sí podían asegurar: todo se relacionaba con ella.
¿Coincidencia? No lo creo.
Cuando todo parecía no poder ir peor, su cuaderno de canciones cayó en manos de un demente. A partir de ahí, deberá enfrentarse a ese juego enfermizo mientras convive con otro asesino serial y un chico que lo da todo por ella.
Preciosísima portada ilustrada por la talentosa @imfleurie