Ella había decidido solamente existir. Dejar que las cosas siguieran su curso. No intervenir. Hasta que Wenn Riddle apareció. Ahora Nina debe tomar una decisión. Podía permanecer con James, y continuar sufriendo, pero con una vida elaborada y fácil. O podía huir por siempre y ser feliz con Wenn. ¿Pero que se puede elegir cuando no eres dueña ni de tus propios pensamientos?
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