-No me hagan nada- dije soltando pequeñas lágrimas -Nosotros no te vamos a hacer nada, pero él si- dicen con una sonrisa escalofriante los mismos hombres que pensé que eran buenas personas, pero ya se que no puedo confiar en nadie -Quien es él?- dije con voz temblorosa - ya lo sabrás muñeca- dijo él rubio Estaba apunto de romper en llanto pero la puerta se abrió mostrándome una cara desconocida.