Siempre fue ella, solo ella. Ella debajo de aquel pedazo de escombro, salvándome la vida arriesgando su vida por la de el... El la mira, sabiendo que solo hay una forma de salvarla, sacarla de ahí. Atraviesa la pared inestable con ella en sus brazos; observando el maravilloso paraíso que tenia frente a sus ojos y la vida que se corría en sus brazos. Una vida que dependía de el y el que dependía de esa vida. Salvandola, y aun así en el mismo infierno que vivía cada vez.