Ciertamente me equivoque Pensar que éramos el uno para el otro. Mi mente intentaba alertarme de un final trágico. Pero que se puede hacer, cuacorazonndo el corazón se hace el sordo. Cuando las vendas de mis ojos son No permiten ver más allá de tu mirada. Soñando con tus besos que tocaban mi alma me perdí en la ilusión.