Siempre en la noche miro por mi balcón y siempre atrapo a esas esmeraldas mirándome fijamente, es extraño porque no siento miedo, sino curiosidad por saber que hace ese animal examinándome. Nunca había sentido algo así, nunca había querido saber que pasa por la mente de aquel lobo. Es muy extraño, ya cuando no me asomo parece que me habla, ya que aúlla sin cesár hasta que me asome por el balcón. Lo quiero conocer, pero me es imposible por el miedo que llego sentir recordando aquel suceso que cambio mi vida y mi forma de verla. Solo espero algún día conocerlo... Y saber que quiere conmigo... NinaAceves