Era un buen chico, lo era, tenia una vida simple y feliz, llevadera a pesar de eso: del cáncer. Ese maldito cáncer en la sangre, leucemia exsactamente, seguramente lo habría vencido, no estoy totalmente seguro pero creo que era probable. La quimioterapia estaba lanzando resultados extraordinarios, estaba progresando, pero tuvo que suceder, tuvo que llegar ese trágico momento.
19 de Septiembre de 1985, México; había sido transferido recientemente a ese hospital enorme, estaba feliz, seguramente aquí progresaria más rápido.
En un abrir y cerrar de ojos todo comenzó: no dio tiempo de parpadear dos veces antes de que las paredes y el techo se nos viniera encima, se escuchaban terribles chillidos a lo largo del piso, recién nacidos llorando, madres aterradas por ellos, niños, ancianos y todo tipo de trabajadores de hospital: doctores y enfermeras corriendo por doquier, intentando salvar vidas, el problema fue que no podían salvar ni las suyas propias.
Si, yo estuve ahí, deseando vivir. Co