Ella era así, así era ella, fría, pálida, gruesa, llena de miedos, llena de dudas, todo lo desconocía y se sentía fuera de su empaque.
Casi siempre se comparaba con algo fuera de su estado natural, de su lugar nativo, solia compararse con peces fuera del agua, con perros en el mar, con el sol entre las nubes...
Karen, así se llama, es una chica de unos 21 años, observada y amada por un sujeto no identificado, que dia tras día cuenta como inicio su paseo por el mar del infierno al quedar localmente perdido en el amor no correspondido de la fria, gruesa y pálida Karen.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.