No he sido buena, lo acepto, nunca quise serlo en realidad; a ciencia cierta, no quise ser muchas cosas de las que he sido, tampoco llevar las etiquetas que me han puesto. Supongo que nadie ha querido ser en lo que se convierte al final. Solo intentan aferrarse a la idea de algo, a las etiquetas; todos tienen miedo de perder la esencia de ser humano y convertirse en algo más o perder el «buen camino». Pero, ¿qué pasa cuando decides saltarte todo y vivir a destiempo? Oh, dulce adolescencia. Han contado tantas historias sobre ti que si fueses gente, deberías leerlas todas para saber quién eres. Tan complicada, hermosa y espeluznante a la vez. Esta no es otra de esas historias, no es sobre ti, ni sobre la vida de alguien; es sobre la de muchos en realidad. La historia de una niña solitaria que quería volar, la de una adolescente que no quería hacer nada de lo que debía, la suicida idiota, la perra sin sentimientos, la enojona sarcástica y la de una que otra personalidad oculta; aquí va el delirio de un intento de escritora malcriada.