Elizabeth, una chica prodigio con el violín consigue puesto en la academia donde cualquier músico desearía entrar. En los pasillos conoce a Elliot, pianista un año mayor que ella. Este joven parece frío e insensible al principio, pero poco a poco logra abrirse e incluso salvar (a su manera) a la querida Eli de ciertos peligros y dudas que le van surgiendo... Por ahora solo una cosa queda clara, lo único que hace que ellos comiencen a hablar es el poder de la música, ya que sin él ellos nunca se hubieran conocido.