Después de cinco años estudiando juntos la universidad y un año ahorrando, Stiles y Lydia consiguieron su sueño más preciado: Tener una agencia de crímenes, en la cual no por ser los dueños van a trabajar menos, al contrario. Son ellos los que encabezan siempre las investigaciones y búsquedas de criminales, es algo que se les da bastante bien. Por su parte, entre ellos la relación es una envidiable amistad que va mas allá del trabajo, pero al compartir techo se empieza a formar una notable tensión entre ellos que no es ni más ni menos que sexual. Ellos son unos amantes peligrosos