La historia de Freya Astrid Grindelwald Everhart trata sobre una joven bruja marcada por un legado oscuro, un linaje poderoso y una pérdida devastadora. Nieta de Gellert Grindelwald, hija de una seguidora de Voldemort y de un padre que murió protegiéndola, Freya crece entre el peso del apellido Grindelwald y el desprecio de su abuela Strelar Everhart, quien la cría con crueldad. Freya entra a Hogwarts y es seleccionada en Slytherin, aunque proviene de una familia de Ravenclaws. En su interior, lucha con su deseo de venganza por la muerte de sus padres, el rencor hacia el Ministerio de Magia y su ambición por demostrar que no es simplemente "la nieta de un mago oscuro", sino alguien destinada a cambiar el mundo mágico, aunque tenga que manipularlo, doblegarlo o incluso destruirlo para rehacerlo. Durante su paso por Hogwarts, Freya se encuentra dividida entre el amor prohibido que empieza a sentir por Draco Malfoy, quien a su vez está inmerso en su propio conflicto, y el afecto inesperado de Lucian Blackthorn, un brillante Ravenclaw que intenta comprenderla y acercarse a ella sin miedo a su oscuridad. Su viaje está marcado por secretos familiares, antiguas alianzas, magia poderosa (como el fuego azul), y decisiones que la acercan cada vez más al filo entre la grandeza y la condena. A medida que se adentra en los vestigios del pasado de su abuelo, Freya empieza a construir su propio camino... pero la pregunta central persiste en ella