Rondaban los siglos XIX en el Reino Unido.
Emily, una niña de 13 años tan perfecta como una muñeca, con el ojo derecho azul claro y el ojo izquierdo marrón, una fina y pequeña nariz, unos labios gruesos y rosados, el pelo largo y negro como la noche, piel blanca cual muñeca de porcelana, y cuerpo bastante delgado, empieza a comportarse de manera aún más extraña después de que le regalaran un muñeco, o una muñeca (no se sabe ya que éste/a no tiene ningún género), al que la pequeña llama Dolly Moh. Debido a que Emily tiene un trastorno bipolar, sus padres deciden ignorar el comportamiento más raro aún que empieza a tener...
Grave error.
Todos cargamos con un poco de locura dentro de nosotros. Y es esa irracionalidad la que lo alimenta, la que dibuja una sonrisa que muestra sus dientes afilados y listos para romper piel y destilar sangre. Él puede olfatear la locura en tu alma como un sabueso entrenado, hambriento de dolor, destiñendo decadencia y muerte. Shhh, no digas su nombre.
Cover Art & Design: Consuelo Parra