Esa sola frase me dejaría marcado por toda la vida. Su nombre era Miguel, lo conocía prácticamente toda mi vida, era como un hermano para mi, no se como pude aguantar lo que me dijo. Me quede en la cama pensando en muchas cosas, supe que desde ahí mi vida no volvería a ser la misma. No se ni como pude quedarme dormido luego de esa noticia. Sin darme cuenta ya eran las 6:50 am y yo ni siquiera estaba listo para ir al colegio, me vestí muy deprisa con ese horrendo uniforme y me fui esperando encontrar abierta la puerta de ingreso. Cuando llegue corrí rápidamente hacia el primer pupitre que vi. Cuando lo hice vi a todos hablar, mis amigos estaban algo lejos de mi, baje la cabeza pensando en lo que había pasado.