Tan perfecto, sus ojos eran de un color marrón tan oscuro que parecían negros, como los de un tiburón, el cual asecha de cerca a su presa. Sus labios, tan carnosos y deseables. Era un adonis, era simplemente perfecto. Pero, ¿Qué sabia de él? Nada, era simplemente otra fan que amaba a su ídolo. Pero, ¿Qué pasaría si tu ídolo se vuelve alguien cercano a ti? Ahí fue cuando lo conocí de verdad, el Brendon Urie que yo idolatraba era un simple humano, igual de vulnerable que yo.
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