En un tiempo inmorable, las estrellas orgullosas y necias, amarraron al sol a la Vía Láctea con el famoso conjuro del conejo azul. En la tierra la noche reinaba a sus anchas, los hombres que apenas comenzaban a comprender los cambios dia/noche, no entendian lo que sucedía, el Rey Mextlali, poderoso guerrero de 100 cabezas, dudaba en emitir la alarma general sonando el gran caracol que siempre portaba sobre su cabeza 99, o esperar un tiempo más para salir a luchar contra Amitlan el pequeño principe que osó retarlo........