Maria di Angelo cantaba con la voz de un ángel, y ni siquiera Euterpe, musa de la música le parecía más melodiosa que esa simple mortal. Decidieron que no valía la pena apenarse más por la inevitable separación, y que, puesto que esto era todo lo que tenían, debían disfrutarlo, poco, mucho, lo que fuera, pero juntos. Juntos. Porque quizás, quizás aún podían soñar.All Rights Reserved