EL REFUGIO DE LOS MUERTOS

Un año después de la guerra civil de abril, el país se encontraba en una inestabilidad política y social. Algunos líderes opositores al régimen los enviaron al exilio, víctima de una ola represiva. Sin embargo, los héroes que lucharon en la gesta de abril , fueron perseguidos; y algunos fueron alcanzados por el fuego de las ametralladoras anónimas. Desde entonces, los líderes y movimientos siguieron en la clandestinidad, con la idea de que el país gozara de un clima de tranquilidad y estabilidad. Mi padre fue un fiel y destacado combatiente constitucionalista, que juntos a otros hombres compraron un pasaje hacia la muerte. Por otra parte, la opresión civil cada vez se hacía más fuerte en todo el país. En los primeros meses del año, se desató una dura persecución, y desapariciones de algunos líderes constitucionalistas, sindicales, obreros y de algunos partidos opositores. La vida de mi padre corría peligro, situación que lo condujo a emigrar a una zona rural del país. Sin embargo, la muertes y detenciones de algunos miembros del movimiento catorce de junio, provocaron una gama de manifestaciones y violencias en todo el territorio nacional. El lugar se había convertido en el refugio de los muertos. El luto, era guardado en los cañones de los fusiles. Sin embargo, las madres enterraban a sus hijos; mientra que las viudas eran consoladas por una tristes y repetida palabra del sepulturero, que siempre le decía:
-¡En paz descanse!