-Lo lamento- La voz gruesa y ronca de el chico con el que había chocado se escucha al fin.
-Fue mi culpa- Digo y levanto la vista, pero me arrepiento de hacerlo, porque me encuentro con esos ojos color chocolate intenso y esa sonrisa radiante de la cual hace mucho tiempo me enamore. Imposible olvidar.
-¿Nos conocemos?- Pregunta trato de deducir donde me había visto, claro yo había cambiado demasiado, ¿y él?, él seguía igual o mejor.
-Claro- Digo y el frunce el ceño.
-¿Quien eres?- Pregunta acercándose un poco más- Nunca olvidaría a una chica tan linda como tú- Agrega y pongo los ojos en blanco.
-No cambiaste nada- Me mira sin entender- Holly Mackensie- Digo mi nombre.
-Imposible- Dice en un susurro y me mira- Ella esta a miles de kilómetros de aquí, era fea, gorda e ilusa- Me mira descaradamente- Y tú, cariño eres todo lo contrario- ¨Cariño¨, se lo decía a todas lo recuerdo perfectamente.
-Lamento arruinarte tus incorrectas afirmaciones, cariño- Digo imitando su voz y me acerco a su oído- Hola otra vez, Allen Scott- Susurro para luego irme dejándolo solo en medio del campus.
____________________________________________________________________________
Volví con nuevas ideas, espero que les guste.
Derechos de autor reservados.
Gracias por leer
Voten
Comenten
Compartan
Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.