Escuché el canto de una sirena.

"Cuando alzó la vista hacia el estrellado cielo, sus ojos se cegaron de inmediato. Aquella luz era tan potente, que la noche se vistió de día sin querer."

Una leyenda afirma que los ángeles reinaron sobre la Tierra una vez, siendo los responsables de la creación de los seres humanos y otras criaturas. Estos seres desaparecieron hace miles de años y desde entonces los Mizujin, "gente del agua", han estado a cargo de su legado.
No obstante, ya que lo único que se conservaba acerca de estos seres alados eran mitos y leyendas, los Mizujin tomaron esa historia como tal. En consecuencia, se negaron a imaginarse siquiera la existencia de los ángeles.
Indrani, una sirena proveniente de las aguas del pacífico, se sorprende cuando ante ella se aparece un ángel y declara que está furioso con el trabajo de los seres del agua que, en lugar de proteger lo que es suyo, han dejado que los humanos lo destrocen. El ángel piensa remediar el problema a su manera: destruyendo a la humanidad. Los Mizujin pueden unirse a él o morir en sus manos.
Cuando Indrani avisa a los suyos, ellos piensan que ha enloquecido y la destierran a tierra firme, para que se cure entre los humanos.
¿Será Indrani capaz de apaciguar al furioso ángel, convencerá a los suyos de su encuentro o la humanidad perecerá entre plumas blancas?