Querido padre:
La noche de hoy, esta espléndido. Desearía que estuvieras aquí.
Mamá insiste en que debo dejar de escribir algo que nunca leerás. ¿Es cierto? Al contrario de ella, pienso que si lo harás. Sigo esperando tu regreso, pero cada día que pasa, mi corazón se destruye más y más. Diez años papá, han pasado de diez años desde tu partida. Los vagos recuerdos que aún tengo de ti, cada día se esfuman más. Pero, debes comprender ya, los recuerdos que tengo de ti, son los recuerdos de una pequeña de un año. Es increíble, saber que tuviste una hija y solamente estuviste a su lado un año de su vida. Mamá, dice que moriste, pero algo dentro de mi papá, me dice lo contrario. Sé que puede sonar a locura de una pequeña niña, pero nada pierdo con hacer esto, con seguir con la esperanza de tu regreso.
¿Quieres saber porque la noche de hoy es espléndido? La verdad, porque la luna llena ha estado brillado desde que llego al punto más fuerte de su resplandor, porque el sonido de los coches llegando a sus casas es el que espero escuchar en la mía, porque las canciones viajan a través de las ventanas de mis vecinas, si papá, acertaste canciones que hacen que sus pequeñas hijas duerman sin pesadillas, sientan que ellos siempre les cuidarán y sobre todo que están a su lado hasta en sus pesadillas para poder alejar a esos monstruos que viven bajo su cama o armario que invaden sus sueños cada noche. ¿Ahora lo entiendes, papá? ¿Me crees que es una noche espléndido?
Papá, si algún día lees esta carta y las otras que te eh escrito desde que aprendí hacer, quiero que comprendas, que tu partida me ha roto el corazón, pero te perdono papá, te perdono hasta que mi esperanza siga viva, que comienzo a ver que será por poco tiempo.
Te quiere, Yelim Smith.All Rights Reserved