Supuestas Amistades.

Parte 1
En mi infancia hacer amigos no era tan difícil como en mi adolescencia, en esa etapa no había discriminación o por lo menos te aceptaban como eras y nadie te juzgaba por como vestías y si te gustaba esto o aquello.
Ya en mi adolescencia me costo muchísimo entablar amistades, la del problema no era yo sino era la sociedad, porque convengamos que si bien yo no pertenecía al grupo de las gordas, tampoco al de las flacas, yo simplemente era yo y al parecer a la sociedad en si no les parecía bien.
Para agradarles tenias que hacer aunque sea el 75% de lo que ellos hacían.
¿Y que hacían ellos? Cosas que simplemente no vale la pena escribir y que de seguro te imaginaras.
Yo era de ese tipo de chicas que en vez de novios prefería libros, y siempre tuve la esperanza de encontrar a alguien similar a mi o que al menos le interese lo que haga.
La sociedad ha convertido a los adolescentes en una copia barata de ''adultos inmaduros'', yo y los amigos que aun no encontré somos los únicos que sabemos como va la vida y como saber divertirse sin siquiera salir de casa.
Los libros y yo vamos de la mano, aunque algunas veces entre en depresión porque sabia que nunca iba a conocer a los personajes perfectos que alegraban mis días.
Siempre tuve presente el cambiar para tener ''supuestas amistades'' pero luego de una larga lucha entre mis intereses y quien realmente soy decidí seguir sola y no estar fingiendo ser alguien que en realidad no soy.
De mis padres no tuve mucho apoyo, ya que ellos pensaban que yo era muy social, pero en realidad mis días eran tortuosos, y lo peor de todo es que no tenía a nadie para desahogarme.
Luego de un tiempo empecé a hacer cosas que las personas no aceptan que es cortarme.
La palabra ''corte'' para la sociedad suena como algo incomprensible y patético pero ellos no saben que eso me ayuda y por eso decidí llamarlo ''desahogo emocional''.
Mis piernas,mis muñecas,y no pare hasta ese día que quedaría en mi mente y en la de