No es casualidad que en un mundo regido por la juventud y el empoderamiento de ésta, a través de la tecnología, historias dedicadas a desmenuzar el complicado proceso de maduración y asunción de la edad adulta sean las que están logrando complicidad con un sector del público que busca en la pantalla una identificación que los haga sentirse menos incomprendidos. Mi vida no es normal, es decir, claro que si, lo que sucede es que, digamos que..... soy un imán de problemas. No importa donde, como, cuando o donde este, siempre estoy en el momento incorrecto y en el lugar incorrecto justo en el tiempo incorrecto.