Todos los diarios que escribimos desde que somos niñas no llegamos a comprenderlos hasta que llegamos a la edad adulta. Aún no llego a esta edad, pero, puedo comprender algunas cosas. Siempre me he sentido infalible. A menos, que quiera describirme con otras palabras de mis rasgos más ocultos, no muchos pueden reconocerlos.
"Hay que ser artista y loco, un ser infinitamente melancólico, con una burbuja de ardiente veneno en las entrañas y una llama de suprema voluptuosidad (¡oh, cómo tiene uno que rebajarse y esconderse!), para reconocer de inmediato -el diseño ligeramente felino de un pómulo, la delicadeza de un miembro aterciopelado y otros indicios que la desesperación, la vergüenza y las lágrimas de ternura me prohíben enumerar-, al pequeño demonio mortífero entre el común de las niñas; y allí está, no reconocida e ignorante de su fantástico poder."
y, si ahora lo comprendo mejor, soy una nínfula.
y tú, un artista.
Una noche en Las Vegas cambia la vida de Nailea, cuando despierta casada con Alex Milani, un carismático piloto de Fórmula 1.
Lo que comienza como una farsa para evitar un escándalo mediático pronto se convierte en un torbellino de emociones, atracción y secretos.
Entre el brillo de los eventos de alto perfil y las sombras del pasado, Nailea y Alex deberán enfrentarse a sus diferencias y a una conexión inesperada que podría unirlos... o romperlos para siempre.