Lo que estoy por escribir no es una disculpa, en serio que no es una disculpa eso quiero que quede muy claro. Por que si de algo estoy orgulloso es lo que le hice a ella esa noche tan memorable. Ella, de quien no puedo mencionar su nombre siquiera. Y estoy seguro, yo, que lo hecho por mi persona no fue nada demente o malvado y no será condenado por nuestro incrédulo sistema de justicia o por algo más "sagrado". También cabe decir que lo robado ya fue vengado con el doble de dolor y sufrimiento. Y todo fue porque su agonía era necesaria para calmar en mí el odio y la locura que estaban por explotar en mi, no tan puro, ser.