Tener trece años es difícil, pero es aún más complicado cuando tu propia familia te mete en un lío del cuál nunca podrás salir. Así comenzó la historia de Jessica, que con solo trece años, tuvo que someterse a matrimonio con un niño de catorce años llamado Max. Está es su historia, dos jóvenes chicos que lucharon el uno contra el otro para encontrar su propia felicidad. Hay veces que es mejor sufrir un poco para encontrar la felicidad a sufrir por el resto de tu vida fingiendo la felicidad.All Rights Reserved
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