Hacía tanto tiempo que no nos habíamos dicho nada...
Madison tenía 11 años cuando fue secuestrada. Es una niña
viva, alegre y divertida que desde muy pequeña ha desarrollado una
fuerte personalidad, repleta de imaginación y creatividad, y que
incluso en esta situación dramática, encerrada en la casa de su
secuestrador no pierde el optimismo.
Durante los casi 5 años que dura su encierro, se desahoga
escribiendo sin censura en un cuaderno que es su gran vía de escape y
la única posibilidad de sentirse libre; describe al detalle sus
sensaciones, la añoranza de sus seres queridos, su sorpresa por el
gradual paso a la adolescencia... y todas las mil y una extravagancias
que se le ocurren.
Léonore, la madre de Madison, intenta sobrellevar la ausencia de su
hija escribiéndole cartas diariamente en las que le cuenta todo lo que
pasa en la familia: sus esperanzas y penas, la muerte del abuelo, cómo
su gato la echa de menos y algunas novedades acerca de Stanislas, el
profesor de tenis de quien Madison estaba enamorada. Un joven que
busca ser amado a cualquier precio aunque en realidad no sabe
disfrutar de su libertad.
Una novela magistralmente narrada a tres voces que convierte un
trágico suceso en una historia cargada de humor y emoción, que atrapa
al lector y le invita a una reflexión sobre el amor, la libertad y la
esperanza. Una novela que nos recuerda que la capacidad de ser feliz
es también un estado del alma
En la cima de la montaña, el aire es más frío y el silencio más ensordecedor. No es solo la nieve la que cae en el descenso, también lo hacen las certezas y los miedos. En el mundo del snowboard, cada salto es un riesgo y cada curva puede cambiarlo todo.
Sue Harper ha pasado su vida deslizándose entre expectativas y sueños, buscando algo más que aplausos: la certeza de que su lugar en la cima le pertenece. Pero cuando la línea entre la ambición y los sentimientos se vuelve borrosa, el verdadero desafío no está en la pista, sino en mantener el control cuando el corazón quiere lo contrario.
En un espacio donde la lealtad, la rivalidad y la libertad chocan como avalanchas, aprender a confiar puede ser más peligroso que cualquier caída. Porque el hielo guarda secretos, y a veces, lo más difícil no es llegar arriba... sino no perderse en el camino.