En el décimo cumpleaños de Amanda, mientras soplaba las velas de aquella tarta, la que compró su madre, de fresa y nata, como ella había pedido, se dio cuenta de algo, por eso, cuando su padre sacó la foto, Amanda salía con una cara seria. 3 meses después, sus padres se separaron, Amanda pensaba que fue por aquel deseo, su padre, la intentaba tranquilizar diciéndole que no llorara, pero ella seguía llorando, y así, su padre con las maletas, se subió a aquel taxi.All Rights Reserved