¿Por qué? Esa era la pregunta que el pequeño se hacía constantemente. ¿He hecho algo mal? ¿Realmente merezco esto? Tenía muchas preguntas, pero ninguna respuesta. Sin embargo, tras un pequeño cambio, fue capaz de encontrar las respuestas a todas sus preguntas. Amor. Eso lo ayudó a entenderlo todo, incluso si él era el único que lo entendía.