Cero Horas

Las alarmas de los despertadores suenan y desde niños hasta ancianos se despiertan para comenzar otro día en su vida cotidiana. Algunos con mejor humor que otros y otros más que les da igual. Algunos se preparan para ir al colegio, otros para su trabajo, algunas mujeres simplemente para empezar su día como madres.
Después de un rato la mayoría sale de sus casas y al salir se dan cuenta de que el día de hoy no es como los otros, más bien está muy oscuro y tanto las estrellas como la luna brillan como si fuera media noche, algunos se extrañan y otros solo lo dejan pasar. Los que asisten a la escuela llegan a ella para empezar sus clases, los hombres y mujeres que tienen un empleo van a ellos para empezar su día laboral. Pero ninguna escuela o trabajo está abierto, es como si fuera un día en el que no se trabaja y los niños no asisten a la escuela. Algunos festejan, otros se van para seguir durmiendo, y unos pocos se quedan para saber qué pasa.