Tenia razones y nadie entendió eso, en mi lugar habrían hecho lo mismo, busqué en las personas equivocadas al culpable y termine huyendo de todos cuando de la única persona que tenía que huir era de mi misma. Encerrada en mi propia mente y en mi propia imaginación, yo soy la única culpable de que me encuentre aquí, no he recibido peor castigo del destino que el de seguir viva.