Creí que el seria el indicado para mí, era tan perfecto de una manera imperfecta. A veces muy dulce, tierno y amoroso y otras, otras tan molesto, impredecible e incomprendido.
Pensé que él se quedaría, pero fui una tonta. Lo que hizo fue aprovechar mi amor por él, diciendo que me amaba, que me necesitaba, deseaba y tantas cosas que me derretían, pensé que lo conocía, que me amaba tanto como yo a él.
Demostré mi amor haciendo cosas que jamás haría por alguien, ni siquiera por mí misma comenzando por alejarme de mis amigos, dejar mis gustos, pasatiempos y hasta a mi familia de lado y a cambio él se fue, como todos él se fue.
De un momento a otro llego la luz de mi salvación, alguien que me sacaría y salvaría de ese pozo sin fondo del cual estaba cayendo, que me sacaría de tanta depresión. Curo todas mis heridas sanando cada experiencia que pudo romper mis expectativas de un nuevo amor y así comenzó:
Lamentablemente me enamore de alguien que no debía, de alguien a quien le daba igual lo que yo sintiera, solo le importaba aumentar su ego y jugar conmigo, sin darse cuenta que todo eso cambiaria...