El primer amor no se puede controlar y tan sólo hay que saberlo vivir y disfrutar. Y justo eso fue Alan en mi vida. ¿Cuántas veces debemos perder lo que mas querermos para aprender a valorar lo que tenemos? Quizá Dios sólo pone a prueba a los verdaderos guerreros pero, ¿Quién dijo que estoy preparado para perder la batalla de la vida?