Pequeñas Razones

-"Ya te lo dije ¡NO ME INTERESAS!"

-"Sabes que no es cierto ¡Te encanto!"

-"Hay un millón de chicas que les encantaría tu estúpida atención ¿Por qué a mí?"

-"No lo sé, bueno creo que si...Nop, no lo sé"

-"¿No lo sabes? ¡Ay Madre mía! Es que tú eres tonto ¿no?"

-"Te lo podría confirmar si me das tu nume..."

-"¡NUNCA, ENANO!"

-"¡AY, PERO QUE TERCA!"

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Oldenk se quedó cautivado por aquella chica de cabello rojizo con capucha de orejas de conejo. Le era difícil quitársela de la cabeza, Coney, raro nombre pero hermoso a la vez, después de aquel desafío de miradas, en el que claramente le termino ganando, cada facción suya se le quedo impregnada en la memoria pero aun así era un enigma para él,un enigma el cual no le molestaría descubrir. Tal vez actuara como un tonto enamorado e incluso como un acosador, pero él sabía que era imposible que se enamorara, se convenció de que solo era simple curiosidad. Hará todo lo posible para conocerla, no le importaba no tener razones para llegar a ella, con solo saber que su mejor tenía su número le bastaba para empezar

"Entraría en la vida de la Conejita sin importar que"

Coney siempre pensó que las buenas personas eran las que merecían amor, claro está que ella no se consideraba una buena persona. Enamorarse no estaba en su naturaleza, pero aun así no lograba olvidarse de aquel chico idiota que se sienta al costado en clase, por el cual obtuvo su primer castigo ¡El primer día de clases! ¿Cómo era eso posible? Maldito Oldenk. Sabe que debe odiarlo por romper el corazón de todas aquellas chicas y por sus tontas agallas de querer acosarla, pero al llegar a conocerlo se da cuenta que no es como pensó. Bueno al menos no tanto.

"Tendrá mas razones para ¿odiarlo? o ¿quererlo?"

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.Código de registro: 1605097467843
.La historia es c