“You seem lost; do you need help with anything?” I turn around to see this cute blonde guy with blue eyes but he seemed a little bit nervous. He kept looking down the hallway then back at me. “Well, I’m looking for a band, but I can’t remember the name.” “Oh, yeah! You must be the girl with the cake samples.” he said, with the most amazing Irish accent I had ever heard . “Yup, I guess that’s me,” I answered; gesturing to the cart I was dragging, and adding a smile. “We’re in here,” he open the second door - I knew it was that one! - To reveal a small room. There was a round table in the center with five chairs. A big couch that could fit three people was pushed to the wall with a mirror on the right, and situated in the far left corner was a mini-fridge. It was definitely not what I expected, but regardless, I walked in with my cart full of pastries. “So… Is it just you?” I turned to smile at the cute blonde in front of me. “Oh, umm… there’s actually four more, only they told me to wait in here” he didn’t sound so sure. “By the way I’m Niall.” He said with an adorable smile. “I’m Angela” I said
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.