Ahí estaba yo, caminando sin rumbo alguno, con mis cascos puestos, encerrada en mi mundo, sin razón alguna para salir de él, aquel mundo al que mi mente se trasladaba automáticamente al escuchar una canción, ese mundo tan increíble en el que me encantaría vivir mi día a día, ése que para mí significa mucho más que nada, ése tan perfecto.All Rights Reserved