El nombre vino de manera tan mundana y normal que jamás hubiera podido sospechar que sería algo importante. "Para esta misión serás Sai". Vino igual que los anteriores: a través de la voz rasposa y severa del Danzö. Vino sin emociones, sin un timbre especial, sin un atisbo de expectativa. Sólo llegó, plano y común. Sai. Temporalmente era Sai. Y Sai tenía una misión: Eliminar a Uchiha Sasuke.