La derrota era inminente para Camila. Ella no entendía porque le sucedía este tipo de cosas. Camila había oído un millón de veces que a las personas buenas les pasan cosas buenas y por consiguiente a las malas les pasaba lo contrario. Camila lloraba todas las noches temiendo a la oscuridad. Camila era callada y estaba sola. Camila tenia Leucemia linfática aguda. Camila iba a morir a sus escasos 12 años. Nunca se enamoraría, nunca haría locuras, nunca vería a una jirafa en persona, ni iría a Disneyland y mucho menos terminaría de leer "orgullo y prejuicio". Camila sentía remordimiento hacia sus padres que no hacían más que discutir. Y aquella fría noche de noviembre no fue la excepción. Los gritos de su madre se sentían fuertes, a pesar de que Camila hubiese tapado sus oídos con la almohada. Ella murmuraba lo mucho que quería irse, pero no con su abuela para unas vacaciones, sino para siempre de este mundo lleno de injusticias. El deseo más grande de Camila en ese momento se haría realidad. Deseando con todas sus fuerzas que los demás fueran felices sin ella.All Rights Reserved
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