Como todos los días desde que llegó a este gimnasio la observo bailar. Sus movimientos son tan delicados como los de un pequeño pájaro. Eh tomado la costumbre de pararme en la puerta de la sala, oculto para que ni ella ni su compañero puedan verme y así observarla bailar. Admito que ver como ese tipo la toca a su antojo me da celos ¿pero que puedo hacer? Ella ni sabe que existo. Portada cortesía de @ALEXLIKEUS Twitter: @WindsofCWattpad