Odiaba a Bautista más que a nadie en el mundo, siempre tan predecible, ninfómano, narcisísta, nictofílico, ensimismado, egocéntrico, machista y podria seguir hablando de este idiota y todos sus defectos el resto de mi vida.Pero tiene unos ojos imponentes, una mirada tranquilisante que te hacia sentir protegida, ese estupido sentido de el humor, sin añadir su jodidamente perfecta sonrísa. Él solo era para mi el bastardo más ninfomano y narcisísta que conocía, hasta aquella noche que todo cambio... Mario Version; Los dos con alcohol hasta las narices, ya no eramos nosotros los que controlabamos a nuestros cuerpos. -No estoy tan ebria como para no recordarlo mañana. Pero ni tan sobria, para dejar que mi orgullo detenga mis actos.-dijo algo agitada, su mirada estaba llena de deseo. -Estoy tan ebrio como para pasar por alto el que mañana estaras arrepentida, pero tan sobrio y consiente como para hacer que no lo olvides nunca-dije arrastrando mis palabras, pasando en alto que la "odiaba".
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