Me llamo Samara, pero todos me llaman Sam. Tengo 15 años y a los 7 años me diagnosticaron cáncer. Los médicos me daban unos 7 meses de vida, y mi madre ya había perdido las esperanzas de vida para mí. Pensaba que era el final.
Mi corazón va a mil por hora,siento una mezcla de emoción,nervios pero sin duda el que más está presente es el dolor y todo es porque volveré a algo que hace tiempo deje atrás,especialmente porque la volveré a ver a ella...