Herbert William clutter [...] sale a la puerta de su hermosa casa de River Valley, en Holcomb, un pueblo de Kansas perdido para el resto del mundo, pero donde existen Herbert, su mujer Bonnie, su hija Nancy, su hijo Kenyon, su granja, sus animales, vecinos, un río y campos prósperos. El que la humanidad que habita más allá de estos entornos ignore su existencia no la hace menos cierta, menos concreta ni menos carnal.
Precisamente por dejar de vivir salta a la fama el nombre de los Clutter.
El 16 de noviembre de 1959 apareció en el New York Times la noticia del asesinato de estos cuatro miembros de la familia Clutter [...] Truman Capote, en plena vena creativa, en plena búsqueda de la personalidad literaria con que quería dejar plasmado el mundo para el mundo, le propuso a The New Yorker relatar los acontecimientos de aquel crimen desde el mismo lugar de los hechos.
Y así comienza una de las aventuras más fascinantes de la narrativa contemporánea.
[COMPLETA]
Adam tiene una fascinación por las frases de asesinos.
Reachell ama tocar el piano.
Adam es reservado y misterioso.
Reachell es curiosa.
Ella escribe pequeños relatos.
Él descubrió sus escritos.
Y... hará lo que sea necesario para que Reachell le escriba sólo a él.
Tal vez parezca la típica historia cliché donde el chico asesino se enamore de la chica inocente y buena. Pero hay un problema: Reachell no es inocente, ni buena. Y Adam ya ama a alguien más.