Lauren. "Las calles estaban mojadas y yo corría lo más rápido que podía mientras intentaba, sin ningún éxito, sacar la sangre que manchaba mis manos. Me dolían las rodillas de tanto correr, y el frío no me dejaba pensar con claridad. Hice lo primero que se me pasó por la cabeza. Entré en aquella casa y cogí lo necesario, no sin antes cambiar un poco mi apariencia y despedirme de aquella mujer a la que una vez llamé mamá, privilegio que había perdido hace unos años. Pillé un autobús, el primero que pude, y me fui sin mirar atrás. ¿Donde bajaría? Donde no me pudieran encontrar."