Sonrío, escondo mi dolor, a pesar de que no esté feliz. Hoy he conseguido olvidarle. Sólo en una pequeña parte de mi cabeza se esconden todos los recuerdos de él. Recuerdo miles de sensaciones, promesas, conversaciones e incluso días enteros permaneciendo a su lado. Hace tiempo ya se fue, nos abandonó, dejando sólo dolor y silencio. Dejando mi corazón vacío. Se marchó pensando que no dejaría nada en nuestros corazones, pensando que nos olvidaríamos algún día de él.
Mi corazón ya ha llorado mucho. He pasado página. Me he dado cuenta de que ya no volverá, que ya no merece la pena seguir llorando. Seguir pensando en él. Porque estoy segura de que él no piensa en nosotros. Ni en Konoha. Ni en sus amigos. Ni en el equipo 7.
Hoy lucho por convertirme en una mujer fuerte. Una kunoichi invencible, como mi maestra, Tsunade. Mi modelo a seguir. Lucho para poder llegar al nivel de Naruto y poder estar espalda contra espalda, mirando a los enemigos. Lucho por crecer.
A pesar de estar todavía tontamente enamorada de él.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...