Micah, un comerciante, y Katie, una estudiante que asegura que una entidad fantasmal la persigue desde su juventud, están prometidos. Cuando Katie nota que el fantasma la ha seguido a su casa de dos pisos en un suburbio de San Diego, California, Micah compra una cámara de video con la esperanza de capturar la actividad paranormal, un proyecto que duraría unas tres semanas. El intento de comunicarse con el ente es profundamente desaconsejado por el doctor Fredrichs, un médico que descubre que la pareja está siendo molestada por un demonio que se alimenta de energía negativa y que está decidido a perseguir a Katie, sin importar dónde esté. El doctor Fredrichs les recomienda que se contacten con el doctor Averies, un demonólogo, pero Micah se niega, provocando varias discusiones entre él y Katie.
Cada noche, Micah instala la cámara sobre un trípode dentro de su habitación para grabar todo lo que pueda ocurrir mientras Katie duerme. Él intenta documentar diversos fenómenos, como objetos que se mueven sin razón, luces y televisores que se encienden y se apagan solos, y sonidos que van desde voces y gruñidos hasta pisadas y golpes. Los extraños acontecimientos pronto llevan a Katie a despertarse y pasar varias horas de pie junto a la cama o a ir al patio trasero para sentarse en el columpio, comportamiento que ella olvida a la mañana siguiente.