Samantha Wright vivía una vida normal. Era una estudiante de Lenguas, la mejor de su clase, y vivía felizmente en un departamento con sus tres mejores amigos.
Pero ella siempre estaba en búsqueda de alguien que la amara, aunque nunca había tenido suerte con ello. Las relaciones serias parecían huir de ella.
Pero un viernes, a finales de Agosto, una hermosa chica le pidió el simple favor de parar el ascensor.
Para ella, eso sólo fue un momento de felicidad que sólo duró unos segundos.
Y el destino de ella decía algo muy distinto... Su destino decía Alex Young.
Las vueltas del destino no siempre nos muestran las cosas, tal y como son, pero nosotros somos los únicos que pueden dar la vuelta a todo lo que nos ponen enfrente.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...