"Nunca olvidare esos ojos en llamas que rugían tras su mirada, su ardiente fervor podía proclamar la inspiración de cualquier hombre, y su calidez podía derretir hasta el más gélido corazón. Éste, es el último recuerdo que poseo de su rostro, envuelto en las llamas en el más lúgubre abismo, mientras el veneno que aún se encontraba en su cuerpo dejaba salir por su boca los más dolorosos esputos de sangre que vi en mi vida. Melade, amiga, maestra, es tan doloroso recordarte así, que tan solo evocar tu recuerdo hace romper mis ojos en lágrimas."