"Eran las tres y doce minutos de la mañana. El murmullo de la verbena parecía lejano. Estabas sentada sobre la hierba, sosteniendo un mojito que refulgía bajo la luna. Esbozaste una sonrisa comprensiva; mucho más que sólo comprensiva. Excepcional. Y surgió de ti un hermoso retaílo de carcajadas que parecía no tener fin. Fue en ese preciso momento. Sé de lo que hablo. Yo sólo podía mirarte y llenar mi mente de preguntas. «¿Dónde has estado todo este tiempo?», «¿de qué clase de paraíso has venido?», y la duda más estremecedora: «¿te irás?»". https://www.youtube.com/watch?v=cGCTxOcjoY8